No se puede ser más guapa
ni tener más gracia plena
pues ya tu cara morena
toda la hermosura atrapa
¡Esperanza Macarena!
La hermosura más serena
en tu porte se afianza
desde que de una azucena
el dolor se hizo Esperanza
y la gracia, Macarena.
Mira si Tú eres preciosa
y además de gracia llena
que de Ti, bendita Rosa
y Esperanza Macarena
¡la hermosura está celosa!
Al contemplar tu semblanza
de Madre bendita y buena
te llamaron con templanza
por tu sonrisa, Esperanza
y por guapa Macarena.
Se hizo tu cara morena
con la estrella luminosa
y con la bella azucena
resultando más hermosa
al hacerte macarena.
Tanta belleza acapara
tu semblante, Madre mia,
que si el tiempo me dejara
eternamente estaría
contemplandote la cara.
Aunque con una azucena
te comparen por bonita
es tu hermosura más plena
porque una flor se marchita
y Tú nunca, Macarena.
Se copió la luna llena
del brillo de tu blancura
de tu aroma la azucena
y se copió la hermosura
de tu cara, Macarena.
Viendo ese divino encanto
que tiene tu cara hermosa
si nos cubre el desencanto
tu sonrisa es contagiosa
y remedio para el llanto.
Mi garganta no se frena
y mi voz nunca se cansa
de decir, a boca llena,
que Tú eres mi Esperanza
¡Mi Esperanza Macarena!
ni tener más gracia plena
pues ya tu cara morena
toda la hermosura atrapa
¡Esperanza Macarena!
La hermosura más serena
en tu porte se afianza
desde que de una azucena
el dolor se hizo Esperanza
y la gracia, Macarena.
Mira si Tú eres preciosa
y además de gracia llena
que de Ti, bendita Rosa
y Esperanza Macarena
¡la hermosura está celosa!
Al contemplar tu semblanza
de Madre bendita y buena
te llamaron con templanza
por tu sonrisa, Esperanza
y por guapa Macarena.
Se hizo tu cara morena
con la estrella luminosa
y con la bella azucena
resultando más hermosa
al hacerte macarena.
Tanta belleza acapara
tu semblante, Madre mia,
que si el tiempo me dejara
eternamente estaría
contemplandote la cara.
Aunque con una azucena
te comparen por bonita
es tu hermosura más plena
porque una flor se marchita
y Tú nunca, Macarena.
Se copió la luna llena
del brillo de tu blancura
de tu aroma la azucena
y se copió la hermosura
de tu cara, Macarena.
Viendo ese divino encanto
que tiene tu cara hermosa
si nos cubre el desencanto
tu sonrisa es contagiosa
y remedio para el llanto.
Mi garganta no se frena
y mi voz nunca se cansa
de decir, a boca llena,
que Tú eres mi Esperanza
¡Mi Esperanza Macarena!
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