Ampara tu cara serena
cualquier tristeza mundana.
Borra la amargura ufana
que al corazón envenena.
San Bernardo se encadena
a tu Refugio celeste.
Y todo aquel que se preste
a contemplar tu semblante
tendrá a su dolor calmante
en ese mundo y en este.
Refugio del pecador
para quien llora y aflige
es tu barrio a quien elige
para calmar su dolor.
Y se suma alrededor
de tu divino resguardo
yo misma, que te aguardo
en tu refugio bendito
y si yo lo necesito
lo hallo siempre en San Bernardo.
cualquier tristeza mundana.
Borra la amargura ufana
que al corazón envenena.
San Bernardo se encadena
a tu Refugio celeste.
Y todo aquel que se preste
a contemplar tu semblante
tendrá a su dolor calmante
en ese mundo y en este.
Refugio del pecador
para quien llora y aflige
es tu barrio a quien elige
para calmar su dolor.
Y se suma alrededor
de tu divino resguardo
yo misma, que te aguardo
en tu refugio bendito
y si yo lo necesito
lo hallo siempre en San Bernardo.
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