No des nada por perdido
porque no se pierde nada
con esperar tras un año
solo un instante del alba
para ver como una historia
se nos cuenta sin palabras.
Una Sentencia divina
transformándose en humana
solo llevarla podían
designados por la Gracia
una brigada de héroes
de sensaciones moradas
que se valen de su fe
y con costales se bastan
para llevar la Sentencia
a aquel que quiera escucharla.
Y si pueden con tal peso
-que no les pesa en el alma-
que no te venza el cansancio
ni que se rindan tus ganas.
Aprende de ellos la fuerza
la valentía y la garra.
Aprende a tener paciencia
que se encuentra muy cercana
la recompensa al desvelo
y a la espera que se alarga.
Aun no está todo dicho.
No des por perdido nada.
Que aquí no acaba la historia
que todavía nos falta
La que culmina lo bueno
y a lo mejor se equipara
y así con su presencia
redondear la jornada.
La que termina el designio
de Dios junto a las murallas
que es la Reina de su barrio
y reina por donde vaya.
Pues la historia macarena
que en la Madrugá se narra
se inicia con la Sentencia
y culmina en la Esperanza...
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