En tu silencio modelo
mi tristeza se silencia.
En tu divina presencia
encuentro siempre el consuelo.
Pensarte me lanza al vuelo
a buscar una salida
cuando me siento perdida
en cada desesperanza.
Y contigo la Esperanza
en mi pensamiento anida.
Si solo pienso en soñarte,
me hace la espera más breve
donde quiera que me lleve
esta forma de añorarte.
Pues se que en cualquier parte
la nostalgia se reduce;
y hasta que el ansiado cruce
venga de nuestras voces,
mi Señor, ya bien conoces
qué el pensarte me produce...
Que contemple tu semblante
para apaciguar mi pena
y el dolor que me envenena
se convierta en un calmante.
Que crea, fiel y constante
que no habrá melancolía.
Y tan solo la alegría
y por siempre la Esperanza
la encontraré sin tardanza
en tu dulce compañía...
Y tu presencia siento, sí,
y del frío me resguarda...
toda mi mente ya aguarda
a alegrarme junto a Ti.
Así es como te siento, así,
de las más bellas maneras.
Yo te espero y Tú me esperas
a completar el destino
pues tu Sentencia a mí vino
y será lo que Tú quieras...
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