Diciembre. Domina el frío.
Pero ante Ti pareciera
que el invierno es primavera
y el relente su rocío.
La Resolana es un río
que desemboca en tu mano.
Y afluente el sevillano
que espera solo el momento
en que estalle el sentimiento
de tener tu amor cercano.
Nada mejor que la espera
-y qué mejor medicina-
de ver tu Cara divina,
vergel de la primavera.
Los nervios se quedan fuera
y dentro la fe rebosa.
Los suspiros se desglosan
en clamores silenciosos
cuando Tus ojos dichosos
ante Sevilla se posan.
Y al mirarTe con fervor
si tuviera alguna duda
tu semblante siempre ayuda
a disipar su temor.
Tan sincero es este amor
y tan firme su alianza
que cuando en gozo se lanza
para besarte la mano
la fe del sevillano
se funde con tu Esperanza.
2 comentarios:
Belleza inigualable...como siempre son tus poemas...
Te añado... con tu permiso:
Aunque el frío nos domine
su semblante da templanza
nos instiga la confianza
en su Palabra Divina.
Felices Fiestas!!!
Un abrazo desde Galicia.
Preciosas las tres décimas.
Feliz Navidad llena de Esperanza.
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