Entrando el año...con Esperanza

Aunque tu gracia se extiende
y no conoce frontera,
ni un obstáculo siquiera
pueda detener tu duende;
aunque completa se enciende
la tierra con tu candil
y ante tu Imagen gentil
todo el orbe se arrodilla,
siempre serás de Sevilla
y Aquella que está en San Gil.
....

Por ti la brisa es el viento
que va soplando alegría,
sonríe la melancolía
y se hace eterno el momento.
Por ti llora el sentimiento
y el sol sale cuando truena.
Y cual broche a esta faena,
Sevilla, plena y consciente,
más sevillana se siente
además de macarena.

....

En tu rostro, esa bendita
sonrisa de tierno encanto,
apacigua tu quebranto
y te da gracia infinita.
Ni el llanto a tu flor marchita
ni a tu hermosura cercena.
Y aunque estuvieras Tú llena
solo de pena llorosa,
serías igual de hermosa,
Esperanza Macarena
...

La plegaria más bendita
que Gabriel te recitara
en la gloria de tu cara
quedó por siempre escrita.
Sevilla entonces recita
su más bella alabanza,
cuando a decirte se lanza,
de la forma más amena
¡Dios te salve, Macarena,
llena eres de Esperanza!
...
Esa gracia, esa solera,
esa gloria de su cielo,
desde siempre fue el modelo
que inspira a la primavera.
La virtud de quien espera,
esa Esperanza tan alta,
que del llanto al gozo salta
y hace olvidar la zozobra.
Todo lo vano le sobra
y nada hermoso le falta.

Reflejo de luz humana,
casi al mismo tiempo viva,
que a la belleza cautiva
y casi siempre le gana.
Siempre lo mejor se afana
en llegar hasta su altura,
pero es tal su donosura
que por mucho que se quiera
ni un espejo tan siquiera
puede copiar su hermosura.