Es fuente de ambrosía tu mejilla
donde el alma que bebe se serena.
Tu rostro a los suspiros enajena
y al corazón alegra y maravilla.
El aire te susurra y apostilla
que dejas a tu paso, cual patena,
un destello celeste que encadena
tu Gracia con la gracia de Sevilla.
Brillo de soles que al sol antecede
como espejo de gloria asegurada
¡Cuánto prodigio obrar tu rostro puede!
Pues haces con una sola mirada
que tu Esperanza en el alma se quede
y Sevilla en tus ojos reflejada...
3 comentarios:
Navegando, navegando he llegado aqui.
Muy bonita si señor, enhorabuena, con su permiso sigo leyendo.
Perdone mi intromisión, pero enhorabuena por sus relatos.
Como hermano y costalero de Nuestro Señor le felicito por las palabras que le dedica a Nuestra Madre.
No hay hada que perdonar...me alegra que te guste lo que escribo. Espero que sigas disfrutando con la lectura.
Pronto dejaré algo que seguro le gusta aun más por ser costalero de nuestro Cristo.
Un saludo!
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