en la cárcel de sus ojos,
libre de llantos y enojos
y encerrada en su pureza.
¡Cuánta esperanza confesa
de su mirada deriva!
Por eso al alma incentiva
pues al verle, por igual
nos libra de todo mal
y en su bondad nos cautiva…
La Semana Santa, mi fuente de inspiración.
1 comentario:
No se puede tener más arte escribiendo...
Un besote Esther.
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